
Qué hacer si tu comercializadora no cumple en transparencia o atención a clientes
Elegir una comercializadora de luz o gas debería ser un proceso sencillo: contratas un servicio, la compañía te informa con claridad y, cuando tienes una duda, te atienden con rapidez y buena disposición. Sin embargo, la realidad es que muchas personas descubren, con el tiempo, que su compañía no es tan transparente como prometía.
Facturas imposibles de descifrar, cambios de precio sin avisar, condiciones que nunca se explicaron o una atención al cliente que parece diseñada para que desistas… Si te suena familiar, no eres la única persona a la que le ha pasado.
La buena noticia es que tienes derecho a exigir transparencia, claridad y un trato digno. Y, si tu comercializadora no lo cumple, también tienes opciones para actuar, reclamar y, si lo deseas, cambiarte a una compañía que realmente ponga a las personas en el centro. Vamos paso a paso.
¿Por qué importa tanto la transparencia en una comercializadora?
La transparencia no es un detalle, es la base de una relación honesta entre cliente y comercializadora. Cuando una compañía comunica con claridad sus precios, condiciones, actualizaciones y plazos, te permite comprender lo que estás pagando y tomar decisiones informadas. Pero cuando esa transparencia falla, aparecen los problemas.
- Tarifas que no son lo que parecían.
- Subidas de precio que llegan por sorpresa.
- Facturas que dificultan entender qué parte corresponde a consumo y cuál a servicios añadidos.
- Cambios de tarifa sin explicación suficiente.
- Contestadores automáticos y dificultad para hablar con una persona real que te dé respuestas.
Esta falta de claridad genera inseguridad y, además, afecta directamente a tu bolsillo. Por eso es fundamental saber cómo actuar.
4 pasos a seguir si tu comercializadora no es transparente contigo
Primer paso: reúne toda la información
Antes de reclamar o iniciar cualquier gestión, recopila todos los documentos que tengas: facturas, correos de la comercializadora, el contrato, capturas de pantalla e incluso notas de llamadas. No hace falta que montes un archivo enorme, pero sí conservar todo aquello que pueda acreditar tu caso.
Además, revisa si tienes acceso al área de cliente de tu compañía. Muchas veces allí se guardan documentos que no recordabas haber recibido, como condiciones actualizadas de la tarifa o avisos de cambios.
Segundo paso: contacta con la compañía y pide una explicación clara
Lo primero siempre es intentar resolverlo directamente con la comercializadora. Puede tratarse de un error, de una confusión o de un problema puntual que se soluciona en pocos minutos.
Si la explicación no es transparente, te dan respuestas ambiguas o no te ofrecen una solución clara, es momento de avanzar al siguiente paso.
Tercer paso: presenta una reclamación formal
Si la atención telefónica o por chat no ha servido, redacta una reclamación por escrito. Puede enviarse por correo electrónico, formulario web o correo postal (certificado, si quieres dejar constancia). En esta puedes incluir:
- Tus datos personales
- El número de contrato o CUPS
- Una descripción clara y breve del problema
- Documentos que lo demuestren
- La solución que solicitas
La comercializadora está obligada a responder en un plazo determinado. Si no lo hace o la respuesta no es satisfactoria, no te quedes ahí.
Cuarto paso: acude a organismos oficiales
Para eso están los organismos de consumo: para protegerte cuando una compañía no actúa correctamente. Puedes acudir a:
- La Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC).
- La Dirección General de Consumo de tu comunidad autónoma.
- Las Juntas Arbitrales de Consumo.
- La CNMC en casos más graves o relacionados con la regulación del mercado.
La mayoría de los conflictos se resuelven en esta fase, porque las comercializadoras están obligadas a responder ante estos organismos.
¿Y si prefieres cambiar de compañía?
A veces no merece la pena seguir luchando con una compañía que no te cuida. Si la falta de transparencia o la mala atención se repiten, cambiar es una opción sencilla, rápida y gratuita, ya que el cambio de comercializadora no tiene coste, no implica cortes en el suministro, no requiere instalaciones nuevas y suele tramitarse en pocos días. Tú solo contratas la nueva tarifa; la compañía entrante gestiona el resto con la saliente. Así de simple.
Para que puedas confiar en tu nueva compañía, deben cumplirse algunas condiciones básicas:
- Información clara, sin tecnicismos innecesarios.
- Tarifas explicadas desde el principio.
- Facturas sencillas de entender.
- Atención humana y cercana.
- Capacidad de resolver problemas sin darte vueltas.
- Posibilidad de contactar por diferentes vías.
- Cero letra pequeña y cero sorpresas.
- Cuando una comercializadora pone a las personas en el centro, se nota.
Máis Enerxía: una comercializadora de personas atendiendo a personas
En Máis Enerxía creemos que la energía debe ser honesta, clara y humana. Nada de contestadores eternos, nada de tecnicismos que confunden, nada de tarifas con truco. Somos un equipo de personas especializado trabajando desde Galicia, y eso nos permite hacer algo que otras grandes compañías no siempre logran: tratar a cada cliente como una persona, no como un número.
De esta forma, te ofrecemos explicaciones claras, sin letra pequeña, diferentes tarifas adaptadas a tus necesidades, una revisión gratuita de tu factura para ayudarte a pagar lo justo, atención real de personas reales, desde Galicia, y acompañamiento en todo el proceso si decides cambiar. ¡Contacta con nosotros para saber más!




